MIEDO
TRANSFORMAR EL MIEDO EN VALOR
¿POR QUÉ SIENTES MIEDO?
El miedo es la más primitiva de tus emociones, y aunque sea hacia un hecho real o imaginario, puede provocarte sensaciones concretas, reales e intensas que implican mente y cuerpo. En los casos más extremos se puede sentir que es el miedo quien controla a la persona y no a la inversa.
Quizás alguna vez has sentido miedo a las sensaciones que genera el propio miedo, has tenido ganas de desprenderte de él y hacerlo desaparecer de tu vida, o lo que en muchos casos es peor, has sentido la incomprensión de tu entorno que, cuando es un miedo hacia algo imaginario, suele decir “es tu mente quién lo crea, no tienes nada físico”.
Pero el miedo aunque sea una emoción displacentera es una reacción natural y una característica vital protectora para que tu organismo reaccione y se ponga a salvo, surge cuando percibes un peligro y te hace tener sensaciones para que te movilices y vayas hacia puerto seguro.
¿QUÉ PASA EN TU CEREBRO CUANDO TIENES MIEDO?
Simplificando mucho, lo que ocurre en nuestro cerebro en el escenario del miedo cuando los sentidos perciben un peligro (una imagen, un sonido abrupto, un olor u otra sensación desagradable) las informaciones viajan por el cerebro de manera que la amígdala es activada como dispositivo de emergencia. Ésta acto seguido envía una alerta al resto de estructuras cerebrales. Y entonces se produce la reacción de miedo que provoca la taquicardia, la producción de adrenalina, la sudoración, el aumento de presión sanguínea, etc.
Este recorrido es veloz y se produce antes de que la mente se dé cuenta de forma consciente del estímulo que ha producido el miedo. Es por eso que experimentamos el miedo antes de ser conscientes de que lo tenemos. La primera sensación de miedo que sientes es mucho más rápida que cada uno de los pensamientos y elaboración mental que aparecen tras lo que te causa la sensación de espanto.
¿QUÉ PASA EN TU CUERPO CUANDO TIENES MIEDO?
Las hormonas del estrés se incrementan. Se segregan grandes niveles de cortisona. Esto provoca desorganización en la memoria después de que se suceda un trauma o una experiencia estresante, ya que los recuerdos pierden coherencia y se vuelven fragmentarios. También sucede que el corazón late más fuerte, la presión de la sangre aumenta y los pulmones se hiperventilan, aumenta la sudoración y también se ven alteradas las terminaciones nerviosas bajo la piel provocando la piel de gallina. Todo ello es causado por el trabajo extra que hace el sistema nervioso simpático. La digestión también puede verse afectada ya que el cerebro se concentra en la supervivencia, entiende que aquello que produce placer ahora es accesorio y secundario. Para evitar la pérdida de energía que necesita la digestión puede inducir al cuerpo a vomitar, orinar o defecar.
"El valor no es más que miedo vencido y no la ausencia de miedo".
M. Bontempelli.
¿CÓMO REACCIONAS CUANDO SIENTES MIEDO?
CUANDO LA SOLUCIÓN ES EL PROBLEMA
En muchas ocasiones lo que hacemos para resolver un problema no funciona y seguimos intentando lo mismo. Frente al temor se producen unos esquemas generales de acción: huir o evitar, pedir ayuda e intentar controlar las propias reacciones corporales.
Las pautas de comportamiento generales que se dan de forma automática cuando sentimos miedo van en tres direcciones. Sé curiosa y observa tu comportamiento o el de los demás ¿Qué haces cuando te da miedo conducir? ¿Qué hace tu amiga que es un poco hipocondríaca? Podrás comprobar que la esencia de nuestras conductas se pueden reducir en estas estrategias: huir o evitar la situación temida, luchar o defenderte, pedir ayuda o protección e intentar controlar la propias reacciones y sensaciones corporales.
En base a estas tres respuestas organizamos una batería muy diversa de comportamientos que pueden llegar a ser muy elaborados o inconscientes, pero todos acaban pivotando sobre un eje que pretende salvaguardarnos. En muchas ocasiones sin darnos cuenta, estas respuestas no están solucionando el problema, al contrario nos mantienen atrapados en él. Si llevas mucho tiempo con una dificultad puede que estés probando más de lo mismo, quizás ha llegado la hora de obtener otro punto de vista.
TIPOS DE MIEDO
¡Tantos como personas! Algunos de los miedos que suelen aparecer en la consulta son:
- Miedo social.
- Miedo al fracaso.
- Miedo a perder el control.
- Miedo a la muerte (propia o ajena).
- A que todo siga igual.
- A no conseguir tus objetivos, deseos o obligaciones...
- A ganar peso, a perder el control con la comida...
- A la soledad.
- Al rechazo.
- Al compromiso.
- A exponerse o a hablar en público.
- A conducir.
- A la incertidumbre.
- A las catástrofes, accidentes u otros sucesos incontrolables...
¿CÓMO SUPERAR EL MIEDO?
En primer lugar, saber que no es posible vivir sin miedo puede ser un buen punto del que partir. Se produce en una de las regiones más arcaicas de tu cerebro, no puedes pretender funcionar sin la estructura cerebral humana.
Sabiendo que no te vas a poder librar, es mejor sentarse a negociar. Hacerte un poco amiga y utilizarlo a tu favor.
Saber que es posible hallar el valor a través del miedo es otra idea que puede hacerte más libre y feliz.
ENFRENTAR EL MIEDO Y CRECER CON ÉL
Es a través de enfrentar el miedo como descubrimos las capacidades que tenemos. Una vez aceptados, nuestros miedos pueden transformarse de debilidad en puntos de fortaleza. Es posible atravesar el miedo y utilizarlo para que en lugar de mermarnos nos ayude a crecer. Existen estrategias eficientes para enfrentar el miedo, si estás intentando superarlo sin éxito puedes probar con ayuda profesional.