Y CÓMO PARIR CON CONFIANZA Y SERENIDAD
¡QUÉ MIEDO!
El miedo es una emoción que generalmente nos incomoda sentir o nos parece displacentera, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro. Es un mecanismo de supervivencia que nos permite protegernos de una situación que valoramos como potencialmente peligrosa, en ese sentido es una emoción adaptativa que puede ser funcional y beneficiosa. Nuestra relación con el miedo variará también según el marco social y cultural, es decir, podemos aprender según sea nuestra cultura a temer situaciones, objetos o contextos.
MIEDO Y FISIOLOGÍA DEL PARTO:
El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos: aumenta la presión arterial, la producción de adrenalina, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, entre otros. Se detienen las funciones no esenciales, la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina). (García Carrascosa, L. (2010) El miedo al dolor en el parto y cómo afecta a su desarrollo. Importancia del parto natural.)
Podrás imaginarte, por lo tanto, los cambios fisiológicos que puede producir el miedo durante el trabajo de parto. Que los músculos estén relajados durante este proceso será el equivalente a un trabajo eficiente. En el útero se produce un baile de movimientos musculares que ayudan a nacer al bebé. Estos músculos trabajan solos, no tienes que hacer nada para que esta magia ocurra, pero sí puedes ayudar a que ese trabajo sea fluido. Esto es, si estás relajada ayudas a los músculos de tu útero y si estás tensa interfieres en este trabajo espontáneo.
CÓMO INFLUYE EL MIEDO EN LAS HORMONAS DURANTE EL TRABAJO DE PARTO:
Sentirse presa del miedo interfiere en la producción de dos hormonas estrella durante el proceso de dar a luz: la oxitocina y la adrenalina. La oxitocina la segregamos en situaciones donde nos sentimos seguras, relajadas, amadas y felices y, como sabrás, justamente se ocupa de impulsar las olas uterinas o contracciones (el parto está pensado para hacerte sentir bien). Por lo tanto, será muy importante aprender a relajarse para estimular la oxitocina, de manera que ésta pueda favorecer el exigente trabajo que realiza el útero. No podemos controlarla directamente pero sí podemos estimularla, es en este sentido que será crucial aprender a relajarse durante el embarazo para poder replicarlo en el parto. La adrenalina tampoco la podemos controlar, ya que también se genera en el sistema nervioso autónomo, pero podemos desalentarla. La adrenalina aparece cuando sentimos pánico, miedo y sentimos que estamos en modo supervivencia. Si hay mucha adrenalina en el parto la sangre viajará a las extremidades y no al útero. Por lo tanto, la eficacia del trabajo que pueda hacer el útero se verá limitada porque tendrá menos oxígeno disponible. Además, cuando se libera adrenalina se inhibe la producción de oxitocina, así que las olas uterinas son menos efectivas y la dilatación se ralentiza. Esto puede hacer prolongar el trabajo de parto y aumentar el riesgo o la necesidad de un parto intervenido, así que temer al parto no hace ningún bien a nadie.
MANEJAR EL MIEDO CON HIPNOPARTO:
Con hipnoparto aprenderás herramientas para confiar y cooperar con tu cuerpo y ayudarle a segregar las hormonas necesarias para lograr tener un parto más fluido, eficiente y cómodo. En hipnoparto se trabaja para disminuir el miedo y aumentar la relajación, así como para aprender a manejarte con el dolor. Para romper el ciclo miedo-tensión-dolor y transformarlo en confianza-relajación-placer, que hará que tengamos un proceso de dar a luz más eficiente, menos doloroso y traumático. En definitiva, para tener un parto más bueno y positivo.